Miré por la ventana
con dos ojos que no ven
con poca ilusión ni gana
de ver un jardín del Edén.
Fue a través de la ventana
que asomé hacia el ayer
pero todo quedó en nada
pues no estaba tu querer.
La ventana ya no abre,
sus cristales son opacos
y se ven pequeños cables
que se cuelgan de los marcos.
La ventana lo ve todo
pero no quiere que yo vea
que ni insista, pues no hay modo
y es su vista una odisea.
Yo le pido a mi ventana
poder mirar al futuro,
pero ella dice con desgana
que el presente es más seguro.
– José Luis Fuentes Sánchez –