Dime si es pecado
disfrutar de tu presencia
ver tu rostro a mi lado
o respirar tu esencia.
Si escuchar tu canto
atraído cual sirena
o taparme con tu manto
y notar tu piel morena.
Dime en mi quebranto
al llorar con tu tristeza,
a escucharte en tus relatos,
si eso no es pureza.
Pregunto si es infierno
amarte una vida entera
abrazar tu sufrimiento
o besarte en primavera.
Pues confieso mis pecados
y bendito sea el veneno
que produce haberte amado
con pasión y desenfreno.
– José Luis Fuentes Sánchez –