Por senderos de metal
recorriendo distancias
al mirar tras el cristal
se transportó mi infancia.
Su movimiento inusual
consiguió mi adormecer
en un momento casual
con los recuerdos de ayer.
Ahora suena la bocina
en un alegre vaivén
que calma cual medicina.
Va transitándome a cien
con emoción repentina
son las memorias de un tren.
– José Luis Fuentes Sánchez –