Hoy estuve observando
tus delicadas manos
mientras me fui anclando
en tu cuerpo soberano.
Manos suaves y discretas
que trabajan bien al tacto
hacen círculos y rectas
en movimientos abstractos.
Son tus palmas perfectas
y suspiran los pianistas
concursan con sus tretas
en mi cuerpo finalistas.
Dos reinas de placeres
que conjugan mis verbos
saben cumplir sus deberes
sujetan la copa que bebo.
Las degusto muy sabrosas
porque saben ir al grano
se convierten en diosas
cuando se mueven tus manos.
– José Luis Fuentes Sánchez –